¿Cómo surge Dixelias?

Todo proyecto tiene una historia

Este respaldo documenta los fundamentos del proyecto Dixelias. Reúne las bases tipográficas, cromáticas y estructurales que garantizan coherencia, accesibilidad y continuidad en su desarrollo.

Orígenes y sentido del proyecto

Dixelias nace de mi experiencia como persona con dislexia, algo que me ha acompañado desde el colegio y que marcó mi forma de relacionarme con la lectura. A lo largo de los años fui notando cómo el diseño de los textos influía directamente en mi comprensión, y cómo pequeños cambios podían hacer una gran diferencia. Esa vivencia se transformó en mi principal motivación para desarrollar mi proyecto de título en Diseño Gráfico en la Universidad UNIACC (2025): crear una herramienta que ayude a integrar a las personas con dislexia desde el diseño, promoviendo una lectura más accesible y equitativa. Desde esa experiencia y los conocimientos adquiridos en la carrera, surgió la idea de cuestionar el diseño editorial desde la dislexia y hacer algo al respecto.

En base a una investigación extensa sobre lectura disléxica y diseño editorial, se estudiaron distintas variables que inciden en la legibilidad y la comprensión visual del texto. A partir de ese proceso se establecieron parámetros que dieron origen a los 20 lineamientos Dixelias, una guía que busca mejorar la accesibilidad lectora y fomentar una comunicación más clara y equitativa.

Evaluar para comprender: la lectura desde la dislexia

Una vez definidos los lineamientos, se desarrolló un estudio aplicado sobre cien libros escolares chilenos con el propósito de evaluar su nivel de legibilidad y accesibilidad. El análisis abarcó aspectos tipográficos, estructurales y perceptivos, considerando tanto el contenido como su forma material.

La revisión incluyó variables como género literario (narrativo, poético, teatral, entre otros), ciclo educativo (primer, segundo, tercer y cuarto ciclo) y editorial, ya que los establecimientos no solo recomiendan títulos, sino también sellos específicos. Este cruce permitió observar patrones que evidencian cómo las decisiones gráficas y de maquetación influyen directamente en la comprensión lectora y en la experiencia del estudiante. De ahí surge la pregunta que orienta esta investigación:

¿Qué tan legibles son, para un lector con dislexia, los parámetros
de legibilidad definidos por el MINEDUC?

Para responderla, se realizó un análisis de cien títulos escolares del plan de lectura complementaria 2025, analizando su estructura, tipografía, color, jerarquía y microtipografía a partir de los lineamientos Dixelias. Esta revisión permite observar el estado real de la accesibilidad editorial en los materiales educativos chilenos y evidenciar cómo los criterios tradicionales de legibilidad aún excluyen a una parte significativa del alumnado.

Los resultados muestran que la mayoría de los libros no cumple plenamente con las condiciones que favorecen la lectura disléxica. Aunque algunos casos presentan mejoras parciales, el conjunto evidencia una brecha profunda entre legibilidad e integración real. Esto se debe principalmente a una falta de estándares específicos genera desigualdad en el aula, pues mientras algunos estudiantes pueden avanzar sin dificultad, otros quedan rezagados no por falta de capacidad, sino por falta de acceso.

Hacia un diseño que no excluya

Hoy, en pleno 2025, seguimos hablando de inclusión, pero la verdadera meta debería ser la integración. La inclusión adapta lo existente para que alguien pueda participar; la integración transforma la estructura para que nadie quede fuera desde el inicio. Así como una rampa improvisada permite entrar, pero una rampa planificada garantiza que todos puedan hacerlo con dignidad, el diseño editorial debe dejar de «incluir a veces» para empezar a integrar.

Debemos formar un futuro en que las aulas no estén divididas por la velocidad con que leemos, donde la legibilidad no sea un privilegio, sino una condición base del aprendizaje. Un futuro donde la persona con dislexia no tenga que esforzarse el doble para alcanzar lo mismo, ni sentir que su forma de leer es un error que corregir.

Cada cambio tipográfico, cada interlineado ajustado, cada página que respira mejor, es una oportunidad para que alguien vuelva a disfrutar la lectura y reconozca que puede aprender, comprender y soñar con libertad.

No buscamos imponer una única forma de diseñar ni eliminar la diversidad editorial, sino establecer una base común donde la legibilidad sea un punto de partida equitativo para todos los lectores, porque el conocimiento es un derecho y la legibilidad es el medio.

Mientras existan libros que excluyen, proyectos como Dixelias seguirán luchando para que se trare al diseño como una herramienta para lograr un mundo mejor, un mundo más justo.